La mulata es tan menuda, no sólo sus tetas, sino también su visón y su culo. Y qué decir de su cintura, qué cintura, como la de una hormiga. En definitiva, el apretado coño se llevó una cogida loca de semejante polla. Pero ella era la única que gemía, ¿y el hombre era completamente de madera, con una polla así y una mulata al lado? A duras penas llegué al final, todo estaba hinchado y tieso, casi me corro diez veces.
Se traga un falo enorme como una piruleta en un palo, me pregunto si lo enseñan en algún sitio o el talento se manifiesta por sí mismo. Seguro que mucha gente daría mucho dinero por un par de clases magistrales de la rubia.